Viernes... como Todos y Ninguno

Ayer hubo una de esas cosas buenas que les da por hacer en Medellín, un concierto de Jazz en la calle, con calle cerrada y todo, mas bueeeeno, luego de teatro, pegamos pa’ llá (previa pizza del parque Bolívar), tan bueno o mucho mejor que lo de Medellín 24 horas, por la gente, la cantidad y diversidad, por la música, la noche, la compañía, la situación.
Hubo uno de esos momentos, tirado en la calle que uno no se cambia por nadie, estaba en la mitad de la calle, bien cómodo, bien recostado, escuchando muy buena música, y tratando de no pensar en nada. Sin embargo, es en esos momentos cuando uno mas piensa. Mire pa’l cielo y me encontré una lámpara de alumbrado publico, estaba apagada, al fondo un edificio, rectangular, muy geométrico (ja! Y es que todo no es geométrico), con baja conceptualidad arquitectónica, estaba, sin embargo, sometido a una iluminación que lo hacia ver espectacular, ahí tiene que ver lo de la lámpara apagada, quería en ese momento una cámara fotográfica para plasmar pero nada y lo peor es que es algo que difícilmente vuelva a tener porque estaba acostado en la mitad de la calle, mirando pa’l cielo y con una lámpara de alumbrado publico apagada de noche y con un ángulo de visualización único, esas cosas no se conjugan todos los días y no creo poder simularla otra vez, me toco entonces tratar de dibujarlo, no la he mirado pero yo no es que sea muy buen dibujante así que no espero mucho (me ha sido tan útil la libreta de la atemporalidad).
Luego, de paseo con la amiguita, pero de esas veces que no me quiere ni hablar, la verdad trate porque quería ver todo de otra forma pero pues ni modo, después, paso una de esas cosas que uno no quiere ver pero que cuando las ve le ayudan pero de uuuna forma (hay tantas pero yo me entiendo)
Remate en el guanábano, cerveza en la calle al frente de policías, le hablé a uno y todo con una cerveza en la mano, buen viernes, he tenido tan buenos viernes últimamente.

Al Margen 1:
Una vez viendo bob esponja, me confronté con algo, resulta que bob quería madurar, así que se puso un bigote, ya no tomaba leche sino cerveza y ahora admiraba el Jazz improvisado, lo tomé como un signo de vejez más, el Jazz no me gustaba para nada y de unos años para acá me gusta bastante, me estoy poniendo viejo!!

Al Margen 2:
Ahí entra uno con lo de las contradicciones, en el anterior digo que no me gusta (tanto) lo de la fotografía y en este me sueño tomando una y hablando dizque de iluminación y ángulo después de haber dicho que no entendía ni forro, ahí tiene pa’ que se vea lo decidido y firme, de cualquier forma, todo depende de las circunstancias